Soñar despierto no es un síntoma de insatisfacción vital, como decía Freud.
Al contrario, se trata de una actividad que ayuda a mantener nuestro cerebro en
forma.
El recurso de la imaginación, de la fantasía, es usado con más frecuencia
por las personas más inteligentes. Para ellas, soñar no es únicamente hacer
castillos en el aire sin ninguna finalidad, sino que le extraen un beneficio.
¿Y qué beneficios o ventajas se pueden extraer de soñar
despierto?
- En primer lugar, es un ejercicio mental. Ejercitamos nuestro cerebro elaborando situaciones que requieren una solución. Es un entrenamiento.
- También se pueden recrear situaciones que prevemos que habrán de presentarse en el futuro; se trataría de una simulación muy útil sobre todo a la hora de vencer ciertos miedos.
- Puede utilizarse para elaborar hipótesis sobre las consecuencias que esperamos como consecuencia de tomar una u otra opción de las que tenemos disponibles.
- Es útil para aligerar una pesada carga emocional; podemos construir un improvisado refugio donde descansar y experimentar tranquilidad.
- Puede ayudar a sobrellevar la sensación de soledad, ya que, gracias a la fantasía, podemos recrear la presencia de las personas que queramos.
Como ves, soñar despierto no es nada malo. Únicamente lo sería si no tenemos
control sobre ello y lo utilizamos para huir de la realidad y, peor aún, en los
momentos en los que ésta necesita toda nuestra atención.
Todos podemos disfrutar del poder de la imaginación,
sabiendo qué es real y qué no lo es… aunque, quién sabe… Podemos convertirlo en
realidad con el tiempo.
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