El amor de verdad significa unión,
pero conservando ambos la propia individualidad.
El amor es posible sólo en libertad; la envidia, los celos, la ambición, son
pasiones y el amor no es una pasión es una actitud,
una capacidad humana no compulsiva. No es un arrebato súbito sino una
disposición permanente que consiste más en dar
que en recibir. Y dar no significa renunciar o privarse de algo, sacrificarse
ni empobrecerse, sino que constituye la más bella expresión que produce felicidad y vitalidad. En ese dar también se incluye la propia energía, lo que
está vivo en cada uno, su alegría, su interés, su comprensión, su conocimiento,
su humor, su tristeza y todas las expresiones propias de cada uno.
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martes, 18 de septiembre de 2012
Publicado por Fátima Ramos en 7:17 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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