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martes, 18 de septiembre de 2012
Pensaba ayer en la felicidad y en lo intensamente que la buscamos, pero la verdad es que la felicidad no es un estado normal, más bien creo que es una actitud ante la vida. Es escurridiza, no podemos embotellarla en tarros de cristal para tenerla a nuestro antojo. Con vehemencia queremos encontrarla y guardarla para degustarla en varios sorbos, sin darnos cuenta que ya está en nosotros y que sólo debemos abrirle la puerta, no obstruirla y dejarla que se instale en nuestro interior.Publicado por Fátima Ramos en 7:11 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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